La familia de Panchito es muy muy pobre. Panchito es el mayor de catorce hermanos, vive con ellos y con su anciana y enferma madre. Panchito, que ya no podía ver más como sus hermanos se jugaban la vida en los vertederos como funambulistas de la miseria, decidió, con la valentía que da la desesperanza, vender uno de sus riñones en el mercado negro. Con la poca plata que cuesta un riñón, Panchito compró un traje; el traje más feo del mundo, dos tallas por encima de la suya, y un tejido difícil de determinar.
Cuando Panchito salió de su aldea, todos le miraban con envidia, sus pequeños hermanos corrieron detrás de la camioneta, hiriéndose sus pies descalzos, durante un kilómetro, todos acudieron, excepto su mamita, que postrada en un camastro, retorciéndose de dolor, le entregó una carta antes de partir.
Mi hijito, sé educado y buenesito con todos
arreglaté, sé aseado mi hijito, ponte siempre tu trajesito.
que dios te guíe mi angel, que dios te de fuersas.
Panchito, ya en España y después de dar muchas vueltas se acercó a un taxista de provincias, llevaba su traje, dos tallas mayor, educado, con sumisión, alzó su mirada y le dijo al taxista:
- señor,¿ usted me puede ofreser un trabajo como conductor?, daré las horas que me diga si quiere al prinsipio no me pague hasta que me aprenda las calles no más, nesesito mucho poder trabajar.
El taxista pronunció seis palabras que rasgaron el plano en el que se encontraban los dos, creando dos dimensiones, separadas por una distancia abismal, como dos mundos:
- lo siento, no te puedo ayudar.
Panchito, me has jodido la tarde, no puedo dejar de pensar en ti.
lunes, 8 de octubre de 2007
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raul rodriguez el parabrisas pretende ser una ventana al mundo de un viajero fugaz,de alguien que esta en muchos sitios durante muy poco tiempo,alguien que se nutre tan solo de pequeños retales de conversacion,de pequeñisimos fragmentos de la vida de la gente,que en conjunto pueden mostrar una particular idea del mundo
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No te preocupes, cabbie, el futuro de Panchito es halagüeño.Tiene determinación (como se dice ahora), ganas de trabajar, audacia, y una mamita que reza por él.Pronto llevará un traje a su medida.
ResponderEliminar¿Y yo? ¿Tengo medida para un traje?
"Funambulistas de la miseria". Un hallazgo, raul.
Este post es de lo mejor que has escrito.Parece que el abrir tu blog de par en par ha hecho que aprietes el acelerador.
Buenos días, Daky (esta vez lo he escrito bien).
ojalá sea así. muchas gracias me has sacado los colores
ResponderEliminarestoy de acuerdo, tocas la fibra de todos los que tenemos conciencia todavía. Adelante, me gusta mucho lo que escribes.
ResponderEliminarque tengas un buen día aun y a pesar de tener conciencia o..tal vez gracias a ello.
No podemos salvar todas almas con trajes dos tallas mayores... pero la voluntad de hacerlo, cuenta y mucho.
ResponderEliminarBuen día.
más que conciencia me hubiese gustado tener trabajo. Muchas gracias chicas.
ResponderEliminaruna pregunta por curiosidad: por qué das por hecho de que somos chicas?...
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