Así, como a estas aves, nos ven a los taxistas en algunos de los pequeños pueblos de mi radio de acción.La cultura del uso del transporte público es tan escasa, que nadie entiende que un vecino llegue a su casa en taxi, sino ha sido por una necesidad extrema. Las señoras en las puertas, sentadas haciendo punto, observan con avidez el interior del taxi; el rojo del ocupado es un autentico reclamo para su fijeza, como para los toros de lidia. Aunque los cristales fuesen tintados, la cercanía de su respiración empañando los cristales, harían reconocible a un emigrante, que vuelve de Lasarte, tras décadas de ausencia.
Hoy llevé a una chica a uno de estos lugares, en los que como en el Western, la presencia del forastero es motivo de alarma. Una señora al vernos pasar , comentó:
- ¡Anda! es la nieta de tía Juana, y viene en un taxi, ¡ madre mía, algo ha pasao !
No creia que aún continuan en algunos sitios de nuestra geografia los murmullos de la gente, pero tengo que seguir creyendolo.La gente de ayer como la de hoy continuan con sus críticas, cosa muy fea en llevar lo de los demás.Ya comprendo que verás, escacharás y te dará a ceves rabia de estas malas costumbres.
ResponderEliminarSaludos
Si no te importa decirme eres extremeño, ya he estado trabajando en dos pueblos de Badajoz, Puebla de Alcocer y Granja de Torrehermosa.
ResponderEliminarTe agradezco me leas y cuando sea Ministro haré una piscina en extremadura ya que les pillan lejos la playa.
Un fuerte saludo
si que es cierto,cuando dejas a alguien en un pueblo o incluso a veces en algun barrio de la ciudad,a veces se acerca alguien i dice"que ha pasado algo que llegas en taxxi-?"
ResponderEliminarLos taxis son para cuando llueve.
ResponderEliminarLa habilidad de las abuelas de los pueblos para inventarse desgracias y maldades a partir de cualquier acontecimiento es asombrosa. Te lo digo yo que vivo en una Aldea, vigilado día y noche por las "Grandes Hermanas"
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